De la Iglesia y el aborto
Dios sabe que no quería escribir esto y quería escribir sobre la felicidad y lo que pasa cuando uno se obsesiona por alcanzarla, pero la actualidad manda, y esa entrada la escribiré más adelante, seguramente contrarrestando alguna entrada sobre el amor y sus virtudes escrito por Bibi.
Digo que la actualidad manda, porque la verdad es que no se que le queda de cristiano a la Iglesia Católica de hoy en día, en mi opinión, le queda bien poco; y me explico, hoy podemos leer en todos los periódicos que la Iglesia retira toda su financiación a la ONG Amnistía Internacional por considerarla abortista.
Hombre, uno puede decir, es lógico, desde el Vaticano, pueden hacer con su dinero lo que les de la gana, yo a esto digo como House. “pues si pues no”; en primer lugar, porque el Vaticano no financia a dicha ONG, en segundo lugar porque me parece insólito que desde la Iglesia se trate de torpedear a quien ayuda a los más necesitados, vetando esta ONG para los creyentes, y en tercer lugar, me parece odioso que un hombre con un pasado claramente Hitleriano y completamente alejado de la realidad de nuestros días y más de la realidad de allá donde están los que sufren, encerrado en su torre de oro, con una reconstrucción en oro macizo del bastón de Moisés en una mano y una copa del mejor vino en la otra, se crea con mayor autoridad moral que quien está día tras día luchando contra los grandes dramas de nuestros día, como el SIDA, el hambre, el dolor, violaciones, guerras, sufrimientos, injusticias de hoy, en suma. Es muy fácil predicar con los ojos cerrados, mirando hacia otro lado, y mantener así tu pureza de espíritu, sin enfrentarte a la realidad y a contradicciones (como no ser abortista cuando, por ejemplo, violan a una niña huérfana de 10 años).
Con esto contrastan las fotos de las visitas, de gente como por ejemplo Ronaldo, al que el Papa se abraza sin pudor, sabiendo que dicho futbolista es la imagen de una marca de ropa deportiva que utiliza a niños en su proceso productivo, ¿El Papa no beta a quien incurre en la explotación infantil?
¿A qué ser parece la Iglesia de hoy a la que Fundó Jesucristo? ¿Dónde están los valores? Cada día está más claro que la Iglesia ya no es la de las prostitutas, los leprosos, los incomprendidos, y cada vez es más las de los ricos, los soberbios, los poderosos, los legionarios de cristo.
Eso si, me reconocimiento y admiración a quien, desde la Iglesia y, pese a todo, hacen esa labor silenciosa, dura y necesaria, desde las misiones, desde los barrios marginales, al lado de quien lo necesita, trabajando para quien lo necesita.
1 comentario
Bi -
Aquí donde me ves yo en mis tiempos "majos" fui catequista de mi parroquia. En fin, no es algo de lo que me sienta especialmente orgullosa pero vaya, tampoco me arrepiento. Soy de las que pienso que de todas las cosas se aprende y en definitiva, todas las experiencias nos ayudan a hacernos mujeres y hombres.
En mi breve paso por el catecismo aprendí algunas cosas. Los niños de entre 5y6 años se "quieren creer" todo lo que les digas. Bueno, esto es algo que una ya sabía pero lo cierto es que cuando eres tú a la que están escuchando,son tus palabras las que van a reproducir(a su manera) frente a sus padres y abuelos al llegar a casa... La cosa cambia.
A pesar de haber sido criada en un ambiente creyente (lo justo, muy justo pero creyente) siempre he duda de la veracidad de eso todo que se nos cuenta. Si creo en Algo que me parece necesario para sobrellevar por momentos la existencia, pero vaya, que si durante muchos años sentaba en la iglesia una no se encontraba, hoy -quizás algo más sensata- ni lo intento.
No se porque te extrañan las declaraciones del Vaticano en relación a lo de AI. Al fin y al cabo, mucho manifestarse en contra de la guerra y de la pobreza pero los que viven como REYES, son ellos. Y sin embargo, no se molestan en levantar el culo de su trono y dar ejemplo. Con lo fácil que sería donar un trocito de techo bajo el que ellos se cobijan.
Decidí abandonar el catecismo porque nunca lograba responder a las preguntas de los niños como ellos se lo merecen.De todo comprendí que en el fondo ellos son los únicos que saben la verdad de las cosas aunque por alguna extraña razón, ellos se "quieran creer" otras cosas.